Beber...

Una noche se me acercó un individuo con aspecto de soldado y me mostró sus certificados de que había sido dado de baja, con los que demostraba que había servido conmigo en Sudáfrica. Me dijo que no encontraba trabajo y que estaba muriéndose de hambre, que aparentemente todo estaba en contra de él por ser soldado. Mi olfato y mi vista me estaban contando una historia muy distinta, la que, de seguro, era la causa de su desgracia. Un desusado olor a tabaco y cerveza se desprendía de sus ropas, sus dedos estaban amarillentos por el humo de los cigarrillos, hasta se había puesto alguna loción perfumada para disminuir el olor a whisky que despedía su aliento; no era, pues, extraño que nadie le quisiera dar empleo o más dinero para que siguiera bebiendo, ya que eso seria lo único que haría si lo consiguiera. Mucha parte de la desgracia y pobreza que hay en el mundo, la ocasionan los hombres que malgastan su tiempo y su dinero bebiendo. Y una gran parte de los crímenes, las enfermedades y la locura, son causados por la bebida. El viejo refrán de que: "Las bebidas fuertes hacen débil al hombre" es una gran verdad. Sería imposible para el hombre que bebe ser Scout. Rechazad todo licor desde un principio y sed siempre constantes en ello. El agua, el té y el café son bebidas suficientemente buenas para aplacar la sed, o para reanimarnos en cualquier momento; si hace calor, un refresco o un jugo de limón constituyen magnifica ayuda. BADEN POWELL - ESCULTISMO PARA MUCHACHOS.

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